Teatro Jovellanos, 12 de enero a las 20:00h

MARTÍN GARCÍA

CICLO DE JÓVENES INTÉRPRETES ‘FUNDACIÓN ALVARGONZÁLEZ’

El virtuoso pianista gijonés Martín García hace su esperado debut en la Sociedad Filarmónica de su ciudad natal en un momento de su carrera en que recoge, además del aplauso del público en salas de todo el mundo, prestigiosos premios en concursos internacionales tales como el reciente Primer Premio del Concurso Internacional de Piano de Cleveland (EEUU) o el Tercer Premio del emblemático Concurso Internacional de Piano Fryderyk Chopin en Varsovia.

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PROGRAMA

I

W. A. Mozart (1756-1791)

Sonata para piano en do menor, K.457
     I. Allegro
     II. Adagio
     III. Molto allegro

F. Liszt (1811-1886)

Harmonies Poétiques et Religieuses, S.173
      VII. Funérailles
Années de pèlerinage III, S.163
      IV. Les jeux d’eaux à la Villa d’Este
Valse-Impromptu, S. 213

II

Frédéric Chopin (1810-1849)

Mazurcas, op. 50

      I. Vivace
      II. Allegretto
      III. Moderato

Preludios, op. 28

      17. Allegretto, en la bemol mayor
      19. Vivace, en mi bemol mayor
      23. Moderato, en fa mayor

Sonata nº 3 en si menor, op. 58

       I. Allegro maestoso
       II. Scherzo. Molto vivace
       III. Largo
       IV. Finale. Presto

MARTÍN GARCÍA GARCÍA

Martín García (Gijón, 1996) inició sus estudios de piano a los cinco años con los profesores Natalia Mazoun e Ilyà Goldfarb, graduándose en la Escuela Superior de Música Reina Sofía de Madrid, recibiendo la mención de alumno más sobresaliente de su cátedra de manos de S.M. la Reina Doña Sofía. Es máster en Piano por la Mannes School of Music de Nueva York.

Martín ha obtenido destacados premios en los concursos internacionales de piano más prestigiosos: primer premio en el International Keyboard Insititute & Festival 2018 (Nueva York), primer premio en el Cleveland International Piano Competition 2021, tercer premio y premio especial “Filarmónica de Varsovia” al mejor intérprete de concierto en el XVIII Concurso Internacional de Piano Fryderyk Chopin 2021, (Varsovia). 

 Ha ofrecido conciertos como solista en salas alrededor de toda Europa y en los Estados Unidos, recibiendo críticas muy positivas por parte de músicos y pianistas de la talla de Vladimir Krainev, Dmitri Alexeev, Arcadi Volodos, Dimitri Bashkirov, Joaquín Achúcarro o Tatiana Copeland, entre otros. Asimismo, ha sido invitado con el patrocinio del Maestro Radu Lupu al International Ruhr Piano Festival.

Martín reside actualmente en Nueva York donde continúa su formación artística con el distinguido pianista Jerome Rose.

Reseñas

La pasión según Martín García

El pianista asturiano interpretó para la Sociedad Filarmónica de Gijón versiones muy personales y aplaudidas de Mozart, Liszt y Chopin

RAMÓN AVELLO

Jueves, 13 enero 2022 – EL COMERCIO

A Martín García le hemos visto crecer como pianista desde que era un niño con unas cualidades prodigiosas para el piano. Inicialmente, se presentaba de la mano de Natalia Mazoum e Ilyà Godlfard, maestros trascendentales en su formación y en su vocación, para luego volar solo. La última vez que le escuchamos en Asturias antes del concierto de ayer, fue hace unos diez meses, con la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias interpretando, como de tacada y en un mismo acto, dos grandes conciertos para piano y orquesta de Mozart y Beethoven. A estas alturas, Martín además de profeta en su tierra, no es una promesa artística, sino una sólida realidad de la interpretación musical.

Ayer, en el Teatro Jovellanos, Martín interpretó, dentro de la temporada de la Sociedad Filarmónica de Gijón, en colaboración con la Fundación Alvargonzález, un concierto difícil en la técnica y complejo en las intenciones expresivas. En el programa, la ‘Sonata n.º 14 en do menor, Kv 457’ de Mozart, tres piezas de Liszt -Funerales, Juegos de agua en la Villa d’Este y el Vals Impromptu- y, en la segunda parte, un Chopin que comenzó con las Tres mazurcas de la Op. 50, continuó con una selección de tres de los ‘Preludios’ para terminar torrencialmente en la ‘Sonata N.º 3 en si menor’, una obra que en la sensibilidad de Martín es una confluencia y síntesis de un Chopin total.

Martín posee una técnica pianista segura, firme y que ha sido uno de los aspectos que más han valorado en los diversos concursos a los que se ha presentado con notable éxito. Sin embargo, el pianista gijonés trasciende lo técnico en aras de una interpretación expresiva y colorista muy personal. En primer lugar, maneja unos matices muy sutiles, especialmente en las intensidades en ‘pianisimo’. Delicadas, pero siempre audibles. En segundo lugar, tiene una concepción del ritmo muy fluida y natural, relacionándola con el fraseo. Martín disfruta -hasta se le intuye tararear a veces la melodía con su voz-, y no solamente en Chopin, acelerando y retrasando el movimiento y acentuando con claridad los fraseos. Y finalmente, es un pianista de una gran expresividad, manejando en este sentido todos los registros emocionales, desde cierta bravura al lirismo intimista y poético.

La Sonata N.º 14 es una de las obras más emocionales entre las sonatas para piano de Mozart. La famosa ‘Sonata Patética’, de Beethoven, está en deuda con esta composición que bien podría llamarse ‘La Patética’ de Mozart. La versión de Martín fue especialmente confidencial, con cierto dramatismo interno y original en el segundo movimiento, por ese sentido intimista.

Las tres obras de Liszt que Martín interpretó a continuación nos muestran tres aspectos del pianista y compositor húngaro. El Liszt declamatorio y trágico de los ‘Funerales’. El Liszt impresionista de ‘Los juegos de agua…’ y el Liszt amable y poético del Vals Impromptu.. De las tres, fue una interpretación redonda la segunda, toda una sugerencia luminosa y acuática que anticipa a autores del siglo XX como Ravel.

En la segunda parte escuchamos a un Chopin poco convencional y muy directo, que culminó con el compositor absoluto de la Sonata N.º 3 en si menor. Su versión fue lo más significativo del concierto. La belleza del canto en el segundo tema del primer movimiento, y en el largo del tercero, unida a un sentido de la continuidad dramática en la que todas las frases son dotadas de un significado especial hicieron que esta sonata, que a veces resulta algo reiterativa, alcanzase en la versión del gijónés una vitalidad y continuidad global y llena de significados e interrogantes. Si la grabase, sería una versión de referencia.

De las tres propinas, resultó muy atractiva la segunda, el ‘Preludio número 1 del Clave bien temperado, de Bach, con un diseño al que Martín cambia la acentuación. Y finalmente, el ‘Preludio y fuga en re mayor’, también del Clave bien temperado. Un Bach inmaculado para un concierto lleno de pasión y lirismo. Fue muy aplaudido.