Pedro Rojas Ogáyar 

Teatro Jovellanos, 14 de Diciembre de 2016

Por Ramón Avello

Crítica del Concierto de la Filarmónica Gijonesa.
Recordaba Andrés Segovia con agradecimiento, que la Filarmónica de Gijón fue de las primeras sociedades musicales que le había abierto sus puertas, allá por los años veinte del pasado siglo.  Y sin embargo, pese a esa prisa inicial, hacía tiempo que no tocaba un guitarra en la Filarmónica.  El penúltimo, David Russel hace unos ocho años. Y el último, el joven Pedro Rojas-Ogáyar, el pasado miércoles.
Pedro Rojas-Orgáyar es un guitarrista con una pulsación muy bella, riqueza tímbrica, sensibilidad y fantasía musical. Y, sin embargo, pese a estas cualidades, en el concierto que nos ofreció ayer, mostró en algunas obras cierta vacilación, por no decir algún error y olvido.  Es increíble que un intérprete que llega a las máximas alturas interpretativas y de claridad estilística, en obras como el «Homenaje a Debussy» de Falla, o, en «La Fantasía» de Robert Gerhard, pueda interpretar con tanto cerceo dudas e inseguridades obras como la «Serenata Española», de Malats, o algunas de las piezas de Rodrigo. Incluso resulta difícil de comprender que, al principio del concierto, interprete con dudas y un tanto destemplado el Preludio BWV 998, en re mayor, de Bach, relativamente sencillo, y toque con equilibrio, sentido de las voces y buena limpieza la dificilísima fuga que sigue al preludio.
Apuntado esto, vamos a lo más destacable del concierto, probablemente lo que mejor llevaba interiorizado, ya que algunas de las obras interpretadas las grabó para su disco «Excepciones», un CD que enriquece la música española contemporánea para guitarra. El sentido del canto emotivo, romántico, muy acusado en el guitarrista, lo proyectó tanto en el «Fado de Regueira», de Montsalvatge, y en las obras de Tárrega. Las versiones de Rodrigo fueron correctas pero, sin duda, en donde Rojas-Ogáyar mostró su buen hacer y sensibilidad fue con Falla y con Gerhard. En el «Homenaje a Debussy», evocación de una estampa del compositor francés «Soirée dans Grenade» la versión del guitarrista jerezano destaca por las sutilezas del color, las resonancias tímbricas y el sugerente ritmo de Habanera. La «Fantasía», de Gerhard, nos muestra una guitarra más abstracta, sólidamente estructurada y con una gran precisión técnica e intuición musical. Pedro Rojas-Orgáyar es un guitarrista joven, tendrá que ganar en seguridad pero, escuchando estas obras, comprendemos que tiene mucho que decir en el mundo de la guitarra y sabe como hacerlo.

 

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